Elvira pateaba el balón contra la puerta de lo que había sido la tienda de la señora Dolores. Su vestido tenía un siete en la cintura y manchas de tonos diversos. Carlos bajó al trote la cuesta de la iglesia. Llevaba la camiseta blanca y el pantalón negro del Burgos C.F. y las botas de tacos.
—Llegas tarde. Nos va a tocar quedarnos de suplentes.
—He tenido que dar de comer al abuelo. ¿Y Marta?
—Vamos a buscarla. Sigue leyendo «Chupitos: Partido de fútbol, un relato de Marco Granado»