Como ya venimos advirtiendo, estamos disfrutando de la caraja del verano y remoloneando por el calor, pero este no ha sido el motivo de retrasar tanto la tertulia de junio. El verdadero motivo es que tanto cylconitas como invitados teníamos una agenda tan apretada que fue difícil encontrar un día.
Hemos de decir, que, si no habéis visto/escuchado la tertulia sobre las relaciones complicadas, estáis tardando. Nosotros disfrutamos de lo lindo.
En esta ocasión, aparte de los habituales, tuvimos el placer de contar con Judith Romero y Antonio Martínez, integrantes de la asociación de escritores Murcia Romántica.
Os estaréis preguntando qué puñetas tiene que ver Murcia Romántica con la ACLFCFT. Pues más de lo que imagináis. ¿A qué ahora os pica la curiosidad?
A lo largo de la tertulia se mentaron muchos títulos, aunque no siempre de manera amable. Para que os animéis a verla/escucharla en su totalidad, os anticipamos la habitual recopilación de la ronda de recomendaciones.
Yolanda Lopez Aguinaga es ferviente admiradora de dos personajes de Juego de Tronos de George R. R. Martin. Por un lado, afirma que Cersei Lannister es la toxicidad personificada y que se la ganó el día que la vio celebrando con una copa de vino la destrucción del Septo. En el otro lado, como víctima de la toxicidad de los otros está Daenerys de la Tormenta, que lo que hace no es fruto de la locura sino del hartazgo. Si es que, a la pobre entre unos y otros, la tienen hasta el coño. No pierde la ocasión de quejarse del injusto final que le dan a ambas en la serie, que para lo del libro habrá que esperar. A la primera por ñoño y a la otra por apartarla del poder por una reacción que en el caso de un hombre se hubiese considerado medionormal.
José Lozano, Aunque reconoce que no está muy versado en este tema, se atreve a recomendarnos Elric de Melniboné de Michael Moorcock. Elric ama tanto a su esposa que se la acaba cargando. Vamos un «hay amores que matan» de manual. En su descarga diremos que no solo se la carga a ella, también la emprende con sus compañeros y con la humanidad entera. Si es que ya puestos…
Lola Mérida, como a lo largo de la tertulia cita un buen montón de títulos, para las recomendaciones deja el relato Te volveré a ver de Los tejedores de cabello de Andreas Eschbach, un ejemplo perfecto de ciencia ficción con motor romántico. Por último, Pórtico de Frederik Pohl, un libro que gracias a que lo tiene todo se puede recomendar en cualquier tertulia. En este caso, ponemos el foco en la presencia del amor y relaciones tóxicas.
Kate Lynnon, en el lado de los Ememis to lovers extremo tenemos un claro ejemplo en Seis de cuervo y Reino de ladrones de Leigh Bardugo. Matthias y Nina, una bruja y un cazador de brujas, como no podía ser de otra forma, se procesan un amodio desgarrado. También encuentra interesantes un par de relaciones de la serie La maldición de Bly Manor. La de Elder y Rebeca que se basa en la manipulación y la posesión en el amplio sentido de la palabra y la de Jamie y Dani, que es todo lo contrario, aunque trágica, muy cuqui y sana.
Beatriz González, aunque en conjunto Lo salvaje de Julia Elliott no le gusto demasiado, sí nos recomienda el relato de La máquina de amar. El relato gira en torno a una IA que solo está programada para amar y lejos de lo bonito que podía parecer, es todo lo contrario. Rompiendo la tendencia de roles dentro de las relaciones entre seres de distintos mundos en El corazón de la Banshee de Raquel de la Morena, el personaje paranormal es la mujer. Es un enemies to lovers de manual.
Marco Granado se inclina por un relato clásico de la ciencia ficción como es El hombre que amó a la Faioli de Roger Zelazny. Un relato de 1.960, corto y muy accesible.
Antonio Martínez comienza con un clasicazo, El fantasma de la Ópera de Gastón Leroux, un retelling de otros géneros literarios como Nuestra señora de Notre Dame de Victor Hugo y La Bella y la Bestia de Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve y que tienen en común que en todas ellas la toxicidad se enmascara de amor sin límites y protección a cualquier precio. En Bella Malicia de Rebecca James también se palpa una toxicidad envolvente que no tiene nada que ver con el amor.
Judith Romero nos recomienda la novela de Stephenie Meyer, (tranquilos que no es Crepúsculo) La huésped. La tierra ha sido invadida por una especie alienígena que se adueña de la mente de los humanos. La protagonista se niega a que se hagan con su mente y lo que hace es compartir con un alienígena las imágenes y recuerdos de su novio haciendo que el ente invasor se llegue a enamorar. Otra recomendación que merece la pena es la Saga Fever de Karen Marie Moning, fantasía urbana con protagonistas muy intensos y que aborda un montón de temas que no te dejan indiferente.
Yolanda Fernández después de mentar de nuevo a Carcoma de Layla Martínez y las relaciones que nos propone Nieves Mories, nos recomienda una película llena de humor negro como La muerte os sienta tan bien, en la que curiosamente las toxicidades recaen sobre el personaje masculino. En cuanto a literatura, hablemos de vampiros. Por un lado, está la relación de amor-odio entre Lestat y Louise de Entrevista con el vampiro de Anne Rice y por otro, la forma de relacionarse de Drácula. En el libro de Bran Stoker, el conde solo destila posesión, mientras que, en la adaptación al cine de Francis Ford Coppola, el personaje es blanqueado y sus pulsiones pasan por un amor desgarrado hacia Nina. Vamos que pasa de ser deleznable a víctima de la vida.
Manuel Linares ahonda en las relaciones existentes en Drácula y pone el foco en la relación de sumisión y amor apasionado del sumiso Renfield hacia el conde. En La noche de los tiempos de René Barjavel podemos disfrutar de una historia romántica totalmente incrustada en la ciencia ficción. Cuenta la historia de una pareja que encuentran congelada en un futuro muy lejano, por boca de la mujer que es la única a la que logran despertar. Otra recomendación es cualquiera de las entregas de Blade Runner, destacando las complicadas relaciones entre humanos y replicantes e incluso con IAs en la versión moderna. Por último, Déjame entrar de John Ajvide Lindqvist, donde de la mano del terror nos muestran las relaciones turbias de Eli con el niño y con su cuidador.