Al igual que en todas las recopilaciones de éxitos del Rock o en las listas de los mejores temas de todos los tiempos, no podía faltar esta canción que se ha mantenido incorruptible a través de los muchos años que tiene y sigue en los repertorios de las verbenas populares, llenando de nostalgia a los que nos criamos con estas leyendas.
El grupo sueco Europe alcanzó enorme fama con el lanzamiento de su tercer álbum The Final Countdown, para desaparecer a principios de los noventa del panorama musical hasta el 2003 en el que retoman su carrera artística.
Dentro de ese álbum hay una canción homónima por la que los integrantes de Europe no apostaron mucho en un principio. La insistencia del productor para sacarla como primer sencillo fue aceptada por el grupo y la idea no tardó en ser todo un acierto ya que ocupó el número uno en varios países y catapultó al estrellato a los suecos.
El cómo una canción de temática espacial se cuela en el repertorio de unos rockeros se debe a una series de factores. En primer lugar, por aquella época la guerra fría entre los Estados Unido y la Unión Soviética (actual Rusia) era una amenaza constante y la gente tenía pánico ante una guerra nuclear, lo que hacía volar la imaginación con ideas de naves espaciales que nos alejaran del holocausto nuclear. Esta circunstancia sirvió de inspiración a muchos otros grupos musicales, de los que hablaremos más adelante.
Otro de los motivos que inspiraron la letra fue la obsesión que tenía Joey Tempest (vocalista) por los ovnis. Sí, sí, un verdadero creyente UFO, aunque según él es un homenaje a la ya mencionada en este espacion Space Oddity de David Bowie. Poco o nada tienen que ver la una con la otra, pero si él lo dice no voy a ser yo quien le contradiga.
CYLCON 