Pasó horas observando aquellos ojos muertos antes de decidir que quería ser aquella criatura. A menudo observaba furtivamente a los niños a través de las ventanas de sus dulces hogares ansiando sentir el cariño de unos padres.
Se apuró para evitar que el cadáver se malograse. Cargó el cuerpo hasta la cabaña de la vieja convencido que una vida llena de amor merecía el precio que estaba a punto de pagar. Sigue leyendo «Chupitos: Aquellos ojos muertos, un relato de Yolanda Fernández Benito»