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Crónicas cylconitas del Celsius 23

Como ya sabéis, durante unos días de julio Avilés se llenó de amantes del género para celebrar otra edición del Celsius 232 (si alguno en la sala no sabe de qué estamos hablando que mandé un privado y se lo contamos). Y como no podía ser de otra manera un nutrido grupo de afortunados cylconitas, hicimos las maletas (dejando hueco para la caza) y pusimos rumbo a tierras del norte.

Cualquier no iniciado en este festival pensaría que esto va de charlas, presentaciones, de casetas llenas de libros y firmas de autores, y razón no le falta, pero el Celsius no es solo eso. El Celsius es la oportunidad de conocer o desvirtualizar a mucha gente que tiene tus mismas aficiones, es conocer y disfrutar de los autores a los que admiras porque ellos disfrutan como uno más, es juntar mesas en una terraza para charlar sin que nadie ponga caras raras al escucharnos.

Y eso fue lo que hicimos l@s cylconitas en Avilés y no solo eso, también dimos mucho la chapa (literalmente) logrando dar a conocer, más si cabe, a nuestra comunidad cohesionada y sumando algún que otro miembro más a nuestras filas. Sin darnos importancia, logramos batir el récord de juntar mesas llegando a ocupar la friolera de cinco. (A día de hoy, ya lo hemos superado: siete). Otro momento de lo más entrañable fue comprobar que Cylcon es apta para todas las edades… no me digáis que el Pater y Dante no hacen buena pareja.

Como suponemos que queréis saber más sobre nuestras aventuras en el Celsius, os dejamos las impresiones de algun@s cylconitas.

Sandra Sanz: «¡Hola! Este año era mi quinto en el Celsius (creo) y el primero al que voy con mini-agregado (el año pasado aproveché el festival para anunciarle al resto del Escuadrón mi embarazo, ¡así que ha molado mucho poder ir este año con el enano!). Gracias al peque no he podido ir a la mitad de las charlas y talleres que quería, pero sí pillé algunas muy interesantes: «Escribir lo paranormal», con Antonio Runas y Carlos Sisí; la mesa redonda de literatura juvenil en la que participaron Victoria Álvarez, Beatriz Esteban, Belén Martínez e Irene Morales; el “Hablando de teoría rolera” con Iris Sancho, Hiromi y Sirio Sesenra; el taller de “Creación de mundos” de este último (creo que mi actividad favorita de este Celsius); y un par de presentaciones: El Guardián de la Memoria, de Ana Segarra, y Guerrero, de Carlos Sisí. Como siempre, ha sido un placer compartir espacios, colas y sidra con gente ya conocida y con otros no tanto: el Celsius siempre me deja con muy buen sabor de boca y, sobre todo, con una energía enorme y mucha motivación. Y sobre las adquisiciones… Quería sobre todo cosas que poder llevarme firmadas (¡y lo conseguí con todo menos con las obras de K. J. Parker (Tom Holt), a ver si viene algún año!). También cargué con bastante rol (¡con cosas también firmadas!) y ahora no solo ha aumentado mi pila de libros pendientes… ¡sino también la de partidas por jugar!».

Isabel Pedrero: «El Celsius siempre es perfecto. Y eso es indiscutible. Reencontrarse con tanta gente maravillosa a la que adoras y que, por desgracia, solo puedes ver un par de veces al año es un momento mágico. Es como Navidad, pero mejor. Y este año en particular, para mí, fue inolvidable.

Lo primero que hice, nada más llegar, fue acercarme a la caseta de Pórtico a por mis pines por ser finalista de los Ignotus 2022 y 2023 y plantármelos al lado de mi chapa de Cylcon (patada voladora al síndrome de impostor). Me siento muy afortunada de repetir la experiencia de ser finalista este año con 999 Pedazos, editada por Cerbero, en la categoría de Novela Corta. Muchísimas gracias a quienes lo habéis hecho posible, me dejáis sin aliento.

Después de eso, uno de mis sueños cumplidos: ¡firmar ejemplares de 999 Pedazos en el Celsius! Además, estaba acompañada de dos grandes como Virginia Orive y Andrés Zelada. Conocí a gente fabulosa, repartí ronchitos y pedazos de espejos y nos reímos mucho. Incluso intentamos firmar algún ejemplar de Abercrombie para ahorrarle la cola a alguien, pero —por lo que sea— parece que nadie se animó.

Y hablando de sueños, terminé el día cumpliendo otro: la presentación de Cerbero. Todos los que habéis ido alguna vez a una presentación de Cerbero sabéis a lo que me refiero (y los que no habéis ido, os lo recomiendo al 100%). El ambiente que se respira es una maravilla e Israel es un maestro de ceremonias de 10. Nuestras caras, en la foto, creo que lo dicen todo. Fue la guinda de un pastel perfecto.

No me olvido de la comida (y sobremesa) Cylconita, ni de lo arropada que me sentí entre los veintitantos que éramos, pero es que eso es algo que no se puede explicar con palabras. Es esa sensación de “aquí es” que te da calorcito en el alma. Porque pertenecer a Cylcon ha sido la mejor decisión que he tomado en años y, si todo el que lo prueba se queda, es por algo. Me faltan vidas para agradeceros tanto. Os adoro».

Yolanda Fernández Benito: «Este es el segundo año consecutivo que los astros se han alineado (mejor contarlo así que relatar las suplicas para conseguir los días) para poder pasear por Avilés. En general, ha sido un placer volverá ver o desvirtualizar a un montón de gente que sigues en redes y crear recuerdos con gente maravillosa con la que compartir charlas y cañitas. En particular, me encantó formar parte de la presentación conjunta de las antologías Wanderlust: Antología sáfica y Huellas Antología Benéfica. La amenaza de lluvia, el ruido de las máquinas de mantenimiento y otros murmullos varios no impidieron que disfrutásemos de una deliciosa y divertida charla. Eso sí, cómo se notan los años y es que eso de sentarse en el suelo en un parque pasa factura. Por todo esto y por más, ya tenemos reservado alojamiento para el Celsius del 2.024».

Antia: «Como bien sabéis, yo no he podido ir al Celsius por motivos de trabajo y otras tonterías, pero sí que envié a un amigo en misión especial. ¿Esto qué quiere decir? Hace poco empecé a conocer la obra de David Mitchell y, además, él prologó el libro La razón por la que salto de Naoki Higashida, un libro que habla de autismo en primera persona y al final tiene un relato de fantasía. Pues a mi amigo le pedí que me trajera u libro de Utopia Avenue firmado por Mitchell. Este amigo (podemos nombrarlo, se llama Dani) le explicó a Mitchell que pudo entender este libro en su totalidad en su relectura gracias a lo que ha aprendido de autismo conmigo. Además, le enseñó y le habló del trabajo de divulgación que hago en RRSS sobre esta neurodivergencia, y me ha firmado el libro con la dedicatoria que veis en la imagen. Cierto, no he podido ir personalmente al Celsius, pero una parte de él (y además una muy especial) se ha venido a casa conmigo».

José Luis González nos presenta su crónica en forma de documento gráfico incluyendo las fotos de la comida del sábado donde cylconitas y amigos compartimos plato y risas. Puedes jugar al Quién es quien o leer los comentarios, tú elijes (de izquierda a derecha y de arriba a bajo).

1.-Comida Cylconita: 27 personas entre cylconitas, parejas e invitados disfrutamos de la maravillosa atención de nuestros amigos del restaurante Alkasbah.

2.-Beatriz Alcaná (Echidna) y Javier Giménez (Tentacle Pulp) con sus parejas.

3.-Sandra y Carmen, dos quintas partes del escuadrón 42, posan frente al futuro de los Cylconitas: Dante, el hijo de Sandra. Todos los cylconitas tenemos puestas nuestras esperanzas en su generación. Por otro lado, tan pequeñito y tanta presión…

4.-Mesa de invitados de honor, de izquierda a derecha: Mercè Renom, Joan Manel Ortiz, Aurora, Manu, (el hueco que deja el Páter, que hace la foto), Joe Haldeman y su maravillosa esposa Gay.»

5.-Patricia Reimóndez, Isabel Pedrero y Marta Inés Rodríguez, durante la comida, agobiando a Alfredo.

6.-El Staff de la asociación: Becarios, Manuel y Yolanda a la izquierda; Presidenta Gusa y presidento Lozano, a la derecha. Siempre planeando alguna maldad que otra.

7.-Alex (Alt 64) compartiendo mesa con amigos de la tertulia de Bilbao (Terbi).

8.-Joe y Gay Haldeman posan con su chapa cylconita de honor junto a Manuel Linares, Aurora y José Luis González (BEM).

9.- Reunión imposible de los cuatro editores de BEM, Pedro Jorge Romero, Joan Manel Ortiz, Ricard de la Casa (¡en la foto!) y José Luis González, con sus amigos los Haldeman y sus respectivas parejas. Cena conmemorativa tras años sin verse todos juntos.

Beatriz Alcaná: «El Celsius siempre mola, pero con cylconitas es otro rollo»

Por si os habéis quedado con ganas de más os dejamos un popurrí con más momentos.

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