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Conoce a Isabel Pedrero, una entrevista de Jose Luis González

Isabel Pedrero nació como Isabel Rodríguez Fernández en un pueblo de la montaña leonesa, entre el frio y la nieve. De adolescente adoraba la literatura pulp de los 90 publicada en revistas impresas en papel barato (hecho con pulpa de papel). En esa época ya probó a escribir algunos relatos.

Hace unos pocos años retomó la afición por la escritura y desde entonces nos ha regalado más de treinta relatos en los que se aprecia un gran crecimiento como narradora, hasta el punto que el año pasado publicó su primera novela con Insomnia Ediciones, titulada Omega, que ha sido nominada como candidata a la mejor novela de autor español en los premios IGNOTUS junto a otras cinco novelas, lo que la coloca directamente en una de las seis mejores novelas del año, consideradas por votación popular entre los socios de la AEFCFT (Pórtico) y aficionados al género.

Pero además, en una ilusionante dupla, también ha quedado nominada al mejor relato, por Cinco mil dólares, publicado en la antología de Literentropia Cowboys & Dragons.

Antes ha publicado en varias antologías como, por ejemplo, la dedicada a H. G. Wells, A la Caza de lo Invisible (Insomnia Ediciones); Una última luna (Hela Ediciones), y en el Patreon de Ediciones El Transbordador. En sus escritos, la mayoría de ciencia ficción o fantasía oscura, hay algo de aquel estilo pulp tan característico. Ella misma lo dice: “Siempre he admirado la forma cruda y directa de la literatura Pulp, por lo que mis historias suelen huir de lo cotidiano y de los finales felices”

Isabel Pedrero es una mujer sonriente, positiva, un tanto despistada (lo dice ella, que conste), capaz de una literatura entretenida; a veces interrogativa, a veces, simplemente, chocante. Algunos de sus finales te dejan perplejo, otros son divertidos, otros lógicos, otros terribles, otros…. Es una escritora llena de vida. Vamos a entrevistarla con gran interés, seguros de descubrir a alguien capaz de ofrecernos muchos ratos de buena lectura.

ENTREVISTA

Redacción: «En primer lugar queremos preguntarte por esa fulgurante “reaparición” en el mundo de la literatura, tras tus pinitos juveniles. No es poco, en tres años, tener una producción como la tuya, y menos con esa calidad narrativa. ¿Por qué ese renacer a la literatura? ¿Aparte de disponer de tiempo para escribir, qué cosas, qué ideas quieres compartir con tus lectores? Y por qué te preocupan esas ideas…».

Isabel: «En realidad la escritura es algo que no te abandona nunca. A veces, como en mi caso, puede que se quede adormecida, latente hasta encontrar el momento de resurgir. Yo dejé de escribir de adolescente, cuando mis prioridades en la vida eran totalmente diferentes. Con el tiempo, mi vida se asentó y recordé las sensaciones que me devolvía escribir. Y todo fluyó. Sin más.

Nunca me he parado a pensar qué ideas quiero compartir con mis lectores y, tras darle muchas vueltas para responder a tu pregunta, creo que la respuesta es: ninguna. Con mis historias únicamente pretendo que se disfrute, lograr sumergirte en una historia y desconectar del mundo que nos rodea. Porque hay veces que no necesitamos aprender nada, sino que el simple hecho de olvidarnos de nuestros problemas por un rato es todo lo que pides. Y eso es lo que a mi me gustaría conseguir con lo que escribo».

R: «Conocidas tus primeras impresiones (y ambiciones) literarias, debemos hablar un poco de la estructura de tus relatos. Comentas en tu biografía esa influencia de la literatura PULP, pero para el conocimiento general ¿Qué es la literatura PULP, qué componentes la definieron y qué utilidad puede tener en estos momentos?»

I: «Yo conocí la literatura Pulp en los ’90. Eran revistas de muy mala calidad que, por norma general, eran gratis o costaban realmente poco (yo recuerdo cogerlas gratis en los bares de cerveza y rock). En ellas había relatos muy cortos, viñetas, ilustraciones… todo muy underground. Las historias que había en ellas eran totalmente diferentes a lo que podías encontrar en los libros: historias incorrectas, irreverentes y, en su gran mayoría, completamente freak. Eran relatos cortos que, en muy pocas líneas, conseguían intrigarte y descolocarte por completo, con giros finales imposibles o puntos de vista que nunca antes se habían pasado por mi cabeza. Estas historias me enseñaron que todo es posible y que todo puede funcionar. No hay que tener miedo a salirse de los márgenes. Ahí está lo divertido.

Sinceramente creo que la literatura actual ha bebido mucho de aquellos irreverentes que publicaban en este tipo de revistas. Se han perdido muchos corsets por el camino y eso siempre es bueno».

R: «Por otro lado, hay que tener unas ideas bien claras para hacernos lo que nos haces en prácticamente todos los relatos (y en la novela): Sorprendernos. No es fácil que historia tras historia seas capaz de voltearla al final, a veces con una simple frase. ¿Una entrena para eso?».

I: «Me encanta buscarle una nueva vuelta de tuerca a las cosas, me encanta jugar con lo predecible y encontrar esa pequeña esquina que descompone toda la imagen que habías formado en la cabeza. Cuando leo un libro o veo una película, siempre veo la evolución lógica de la historia y pienso ¿y si no fuera así? ¿Y si Cenicienta decidiera divorciarse del príncipe porque es un estirado al que no soporta? ¿Y si los vampiros no son humanos perfectamente bellos sino murciélagos gigantes? ¿Y si…? Esa es la clave, creo. El «Y si». Y no, eso no lo he entrenado, en realidad creo que es algo que funciona mal en mi cabeza, je, je».

R: «Sobre los relatos que componen tu bibliografía se ve muy clara la evolución, sobre todo de contenidos, que la prosa es buena desde el principio. Todo ese crecimiento, que te ha llevado a ser doblemente nominada para los premios Ignotus viene de ese espíritu que ya nos has contado arriba, claro. Pero ¿va a tener continuidad?¿La autora sigue teniendo dentro interrogantes para darnos en próximos relatos, en próximas novelas?»

I: «Efectivamente, hay mucha evolución. Porque siempre se ha dicho que a escribir se aprende escribiendo. Y yo no he parado. Creo que era Ray Bradbury el que decía que había que escribir un relato a la semana durante un año, asegurando que era materialmente imposible escribir 52 relatos malos. Esto es cierto. La propia práctica, el ensayo y error, hace que sea imposible. Y esto es lo que he hecho yo».

Sobre los proyectos futuros te diré que en mi cabeza siempre hay varias historias bullendo como locas. Quiero escribir tantas cosas que me falta tiempo material. Habrá continuación y habrá muchas mas historias. Ya están ahí, esperando a que me digne a sentarme frente al ordenador y dejarlas salir. Por suerte (o por desgracia, no lo sé bien) nunca me faltan las ideas, lo que me falta es el tiempo para poder hacerlas realidad».

R: «Una gran autora (Elia Barceló) distingue entre tres personalidades que componen la narrativa: El autor, que tiene dentro sentimientos, ideas, inquietudes y una cierta intención por compartirlas con los lectores; El Narrador, que es quien cuenta la historia y quien maneja las herramientas que trasmiten la idea del autor al lector; y el protagonista, que es quien vive la idea del autor a través de las herramientas del narrador. ¿Te atreves a hablarnos de cómo son tus narradores y tus personajes?»

I: «Esta es una pregunta muy difícil para mí porque me encanta jugar con narradores y protagonistas. Me encanta jugar, experimentar y probar cosas locas y diferentes (que no siempre funcionan). Sí puedo decir que mis protagonistas suelen huir de los estereotipos. Suelen ser personas de una edad más avanzada a lo que estamos acostumbrados, adoro a las señoras mayores que están hartas de la vida pero que son las mejores en lo suyo. Todos tienen sus problemas, sus manías y sus miedos y muchos son idiotas. No me gustan los héroes».

R: «Hablemos de las historias: Hay relatos con temas recurrentes. Madre y Bosque y vida son un ejemplo; hablan sobre la destrucción de la tierra. Hay relatos con escenarios diversos, el Oeste, el espacio, el pasado, la mitología…. ¿Varias los escenarios inspirada por lo que quieres contar, aunque la mitad de tus relatos podrían suceder en cualquier tiempo y lugar?».

I: «Siempre he dicho que no podría escribir novela histórica porque cometería todos los errores del mundo. Por eso mis escenarios nunca están ubicados en un punto concreto (ni de lugar ni de tiempo). Varío los escenarios según la historia que quiera contar, ajustándolo, adaptando el entorno a mis necesidades».

R: «No sé si nos habras hablado ya de esos finales (muy Pulp) fatales, finales con desenlaces casi pesimistas (no todos, claro) o trágicos. Si no ha surgido en las preguntas anteriores, este es el momento en el que puedes contarnos porqué. ¿Son una advertencia?».

I: «Soy fan de los finales pesimistas. O, por decirlo de otro modo, huyo de los «finales felices». No me los creo. Siempre hay algo que rompa la magia, porque la vida es así. Al príncipe le huelen los pies y el Bueno cabalga hacia el atardecer pero tiene que dormir a la intemperie en el suelo del desierto. Una vez alguien dijo que los finales felices solo son historias sin acabar. Mis finales no son una advertencia, solo son una mirada un poco más lejana en la historia».

R: «Dos nominaciones a los premios Ignotus: La novela Omega y el relato Cinco mil dólares (ver en la bibliografía). Son nominaciones por votación popular que, para una escritora con apenas tres años en el mercado editorial, se antojan ya como un reconocimiento importante. ¿Qué significa para ti ese reconocimiento, qué nuevos impulsos te proporciona, qué metas?»

I: «Esto es algo que realmente no me esperaba y que me emociona muchísimo. Este tipo de premios populares para mí son muy importantes porque, al final, lo que buscas es eso: llegar a la gente, y no puedo estar más agradecida por ello. Un reconocimiento así te impulsa a seguir adelante de una manera brutal y, al menos por un tiempo, esas dudas que todos tenemos sobre nuestros escritos parece que se diluyen aunque sea un poco».

R: «Y ya que hablamos de novelas, Omega es tu primera novela, escrita por capítulos con distintos protagonistas. Es dinámica, clara, sucede en un futuro que no se nos antojaría tan lejano (salvo por algunos componentes tecnológicos) y tiene dos finales, uno positivo y uno negativo. Una gran novela, debo decir, fresca, distinta a otras ficciones. Claramente es una novela cerrada, pero tienes una segunda novela, una segunda Omega que, esperamos, edites pronto. A priori, baste con saber qué ha pasado con esa corporación Omega después de la conclusión de esta novela, pero eso solo sería el escenario para nuevos protagonistas (o algunos conocidos) con nuevas historias. ¿Qué nuevas ideas nos vas a contar en ella? Motívanos. No nos cuentes argumentos, cuéntanos qué te impulsa a escribirla y que nuevos proyectos tienes en mente».

I: «El mayor impulso que tengo para escribir una segunda parte de Omega es que Omega no puede ganar, pero todos sabemos que no morirá sin pelear. A mi me gusta esa lucha, que todos sabemos que no será fácil, pero que es necesaria para mejorar el futuro. Soy de pueblo minero y estas cosas las llevo en la sangre».

R: «Nos queda otra cuestión, algo más distendida, para despedirnos y responder a la curiosidad con algún interrogante más. Se trata de tu firma, de la historia del nombre con el que firmas:  ¿Por qué Pedrero? ¿Nos cuentas un bonito y breve cuento que nos explique ese nombre?, Puedes usar la fantasía para narrarlo, por supuesto».

I: «Érase una vez una niña que pasaba los fines de semana (y fiestas de guardar) con su abuela… Hablando en serio, la historia del apellido es mucho más simple pero, para mí, tiene mucho significado: Pedrero es el apellido de mi abuela materna. A mí me parece un apellido precioso y me da una pena tremenda que se pierda. De este modo, mantengo el apellido y le hago un pequeño homenaje a mi abuela».

R: «Lamento mucho haberte hecho trabajar duro en este cuestionario. Te lo agradezco porque merecía la pena escuchar tus respuestas. Vamos a votarte con ilusión en esos premios Ignotus, creemos que te los mereces. Muchas gracias, una vez más».

BIBLIOGRAFIA  

La Gloria en la Batalla (2018) publicado en el nº 8 del Círculo de Lovecraft, con el seudónimo M. H. Heels.

La paciente de las 12 (2018) publicado en I Antología de relatos de terror de Castle Rock Asylum con el seudónimo M.H.Heels.

El Báculo de Ordan (2018) publicado en Antología Fieles con el seudónimo M. H. Heels.

Rumbo a Casa (2018) publicado en el nº 44 de la revista Penumbria con el seudónimo M. H. Heels.

Inmortales (2018) publicado en el nº7 de El callejón de las once esquinas. Para leer en Issuu.

Güela (2018) publicado en Mito-Logik, disponible en Lektu.

Vera Vitae (2018) presentado al concurso de Valencia Escribe, publicado en el nº 44 de la revista digital Lectura desde YUMPU optimizada para Tablet).

Los Hilos de la Realidad (2018) publicado en el nº 45 de Penumbria.

Del Color de la Sangre Seca (2018) publicado en la Antología de colores sin colores.

El Bosque de los Espejos (2018) publicado en la antología El Cuervo de un ojo y el Elfo.

Madre (2018) publicado en el nº8 de El callejón de las once esquinas.

Como una flor (2018) publicado en Tinta Púrpura Ediciones, en el blog, edición para móviles.

White Falls (2019) autopublicado en Lektu.

El Hombre Muerto (2019) publicado en el nº9 de El callejón de las once esquinas.

Bosque y Vida (2019) publicado en Una Última Luna, antología de Hela Ediciones.

La Casa de la Tormenta de Arena (2019) publicado en la antología A la Caza de lo Invisible de Insomnia Ediciones.

Catharis (2019) publicado en la II antología Caperucita Feroz de Apeiron Ediciones, siendo el ganador de esa convocatoria. Comparte antología con las cylconitas Alba G. Callejas y Peña Cid.

Zombie Universe (2019) publicado en la I antología Resurrection Party Day de la Revista Vaulderie.

Gris, como el cemento (2019) publicado en el nº10 de la revista El callejón de las once esquinas.

En una cajita (2019) publicado en la Antología del Rock Urmemetal (Antología en papel, hoy muy difícil de encontrar).

Mirror (2019) Autopublicado en Lektu.

Una promesa (2019) publicado en el nº11 de la revista El callejón de las once esquinas.

El Aleteo de la Mariposa (2019) publicado en el nº12 de la revista El callejón de las once esquinas.

La Bestia (2020) publicado en el nº3 de la revista digital Tentacle Pulp (solo suscriptores).

Kraken (2020) publicado en el nº1 de El Kraken Liberado.

Sombras (2020) publicado en la revista  Calabazas en el trastero: Conmemoraciones.

Combustible (2020) publicado en el nº 1 de la revista Exocerebros (en ISSUU).

OMEGA (2021) Novela editada por Insomnia Ediciones y nominada para el IGNOTUS a la mejor novela de 2021

Dèjá Vu (2021) publicado en el nº6 de Preternatural, Pulpture Ediciones

Cinco mil dólares (2021) publicado en el nº3 de la antología Literentropía:  Cowboys & Dragons y nominado para el IGNOTUS al mejor relato de 2021

Sombras del Ocaso (2021) publicado en la antología La Hermandad de la Noche

Tres Señales (2021) publicado en el nº4 de Literentropía: A la mierda el Edadismo

Blanco (2022) relato seleccionado para el Patreon de El Transbordador (es necesario ser patrono y solicitar el relato por mail)

Onna-bugeisha (2022) publicado en la antología Orgullo zombie III

Oración (2022) publicado en la antología EspiaDOS  (escrito a cuatro manos con Héctor A. Kaparos)

Máquinas (2022) publicado en la antología Sueños, Visiones, Terrores de La Cuaderna del Norte.

Parálisis del Sueño (2022) publicado en la antología Sueños, Visiones, Terrores de La Cuaderna del Norte.

Cajas en la Buhardilla (2022) publicado en el nº33 de la revista digital Tentacle Pulp (solo suscriptores).

999 pedazos (2022) novela corta publicada en editorial Cerbero. Candidata y Finalista de los premios Ignotus de 2023.

Intra (2023) Novela editada por Distrito 93

 

 

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